Qué tiene Talleres para ganarle el clásico a InstitutoHugo García
El clásico ante Instituto encuentra a Talleres en la ruta hacia la identidad. Fue de menor a mayor y lo visto hasta el momento le da para pensar en poder vencer en el clásico.
Con Botta, Juan Portilla y Marcos Portillo se armó una estructura que va más allá del juego directo del Talleres de Gandolfi, en el que la prioridad era Garro y su rápida cesión para un Sosa que debía estar mano a mano o libre para llegar al área. Si el “16″ era marcado, los envíos estaban a cargo de Villagra, Catalán y hasta Herrera. La salida de Santos y Valoyes, fue letal para aquella gran sociedad que distinguió al Talleres 2° en Liga y que los tenía a todos juntos.
En este Talleres de Ribonetto ya tienen lugar asociaciones importantes que, entre otras utilidades, le han permitido contar con juego interior y convertir lo que genera.
Contra Central, la “T” anotó en su segunda llegada: la definición de Botta fue genial, pero más cómo le marcó el pase a Portilla, pasando de volante ofensivo a delantero. Igual que Sosa le dejó la pelota al colombiano antes que intentar la personal, como últimamente venía pasando.
Y en una situación desfavorable, porque Central era superior desde el juego, cambió el marcador y el trámite empezó a ser favorable a un Talleres que inicialmente debió apelar a Herrera. Portilla tiene un gran manejo; Marcos Portillo no le va en zaga. Huracán los sufrió ya que ambos llegaron casi a su área, siendo el ex Newell’s el que anotó el 2-1 final. El orden es el otro punto. Cuando Talleres va por los “Porti” y Botta, tiene un ritmo; cuando la pelota va directo a Sosa o a Bustos o a Girotti, es otro.Como fuera, Talleres tiene gol y variado. Han convertido Girotti, Portillo, Botta, Catalán, Rodríguez y Sosa.
Pero la “T” también sabe que Instituto tiene el arco invicto y que le llegan poco. Atrás, Talleres sufrió por la puesta a punto: perdió ante un equipo que no atacó como Gimnasia; se vio vulnerado por Huracán porque Sosa no acompañó en la banda a Blas Riveros (se vio en el tanto de Mazzanti) y tampoco la pasó bien cuando la tuvieron Malcorra y Lovera.
Dabove ya tomó nota de eso como también Ribonetto, su ayudante por varios años y quien intentará aprovechar ese conocimiento. El triunfo será fundamental para la previa al inicio de su participación en Copa Argentina y, luego, Libertadores.
Posiciones en la Copa de la Liga
El clásico ante Instituto encuentra a Talleres en la ruta hacia la identidad. Fue de menor a mayor y lo visto hasta el momento le da para pensar en poder vencer en el clásico. Con Botta, Juan Portilla y Marcos Portillo se armó una estructura que va más allá del juego directo del Talleres de Gandolfi, en el que la prioridad era Garro y su rápida cesión para un Sosa que debía estar mano a mano o libre para llegar al área. Si el “16″ era marcado, los envíos estaban a cargo de Villagra, Catalán y hasta Herrera. La salida de Santos y Valoyes, fue letal para aquella gran sociedad que distinguió al Talleres 2° en Liga y que los tenía a todos juntos. En este Talleres de Ribonetto ya tienen lugar asociaciones importantes que, entre otras utilidades, le han permitido contar con juego interior y convertir lo que genera. Contra Central, la “T” anotó en su segunda llegada: la definición de Botta fue genial, pero más cómo le marcó el pase a Portilla, pasando de volante ofensivo a delantero. Igual que Sosa le dejó la pelota al colombiano antes que intentar la personal, como últimamente venía pasando. Y en una situación desfavorable, porque Central era superior desde el juego, cambió el marcador y el trámite empezó a ser favorable a un Talleres que inicialmente debió apelar a Herrera. Portilla tiene un gran manejo; Marcos Portillo no le va en zaga. Huracán los sufrió ya que ambos llegaron casi a su área, siendo el ex Newell’s el que anotó el 2-1 final. El orden es el otro punto. Cuando Talleres va por los “Porti” y Botta, tiene un ritmo; cuando la pelota va directo a Sosa o a Bustos o a Girotti, es otro.Como fuera, Talleres tiene gol y variado. Han convertido Girotti, Portillo, Botta, Catalán, Rodríguez y Sosa. Pero la “T” también sabe que Instituto tiene el arco invicto y que le llegan poco. Atrás, Talleres sufrió por la puesta a punto: perdió ante un equipo que no atacó como Gimnasia; se vio vulnerado por Huracán porque Sosa no acompañó en la banda a Blas Riveros (se vio en el tanto de Mazzanti) y tampoco la pasó bien cuando la tuvieron Malcorra y Lovera. Dabove ya tomó nota de eso como también Ribonetto, su ayudante por varios años y quien intentará aprovechar ese conocimiento. El triunfo será fundamental para la previa al inicio de su participación en Copa Argentina y, luego, Libertadores.Posiciones en la Copa de la LigaLa Voz