“Me estafaron”: Patricia Dal alquiló una casa y cuando volvió le habían puesto una cadena a la puerta
“Me estafaron, me asaltaron, me robaron. ¡Un desastre! Espero que la justicia haga algo de una buena vez porque siento que en mi caso que es muy grave no existe, así de simple”, explica consternada y dolorida la actriz, vedette y bailarina Patricia Dal a LA NACIÓN desde Villa Carlos Paz, en medio de la difícil situación que viene atravesando desde hace más de un año.
Conmovida e indignada por lo que le sucedió, reafirma detalle por detalle lo que narró hace días en Intrusos (América) cuando dialogó con el periodista Pablo Layus desde Villa Carlos Paz, ciudad en la que decidió afincarse para desarrollar una nueva profesión, la de coaching -método de acompañamiento para mejorar el desarrollo de cada individuo-. Para esta actividad se capacitó y representó una gran ilusión en su vida. Marcaba, así, una nueva etapa luego de haber hecho teatro con José María Muscari. “Me interesa mucho la psicología, me quería dedicar a eso, la idea era colaborar con la gente que se había visto afectada por la pandemia”, detalló.
Cuando decidió alquilar una casa en Villa Carlos Paz para comenzar a desarrollar su trabajo, jamás pensó que transitaría un “calvario”, como ella misma lo definió: “Encontré un lugar muy bonito cerca del lago que me alquilaron dos personas muy amables. Di un adelanto que por suerte hice por homebanking y quedó registrado. Estaba feliz, era una casa que encontré por Facebook. Entonces me contacté con sus dueños, una pareja, y fui a verlos. Los vecinos los conocen y los aprecian. Pero resultaron ser ladronzuelos de guante blanco…”.
Patricia contó para la nota que está hablando de Carla y Fernando, quienes le alquilaron la vivienda ubicada en Almafuerte 243, casi sobre el lago, un lugar soñado. Pero… “Todo empezó muy bien durante los dos meses que llegué a vivir ahí. Cómo sería que cuando ellos se fueron de vacaciones les cuidé el gato. Hasta el último día la relación era perfecta. Pero algo se detonó cuando pensé que como hasta ese día no me habían dado ningún recibo, se lo comenté a mi abogada, y me indicó que en el momento que fuera a pagarles el tercer mes se lo pidiera. Da la casualidad que justo salgo para ir a la odontóloga y me cruzo con ellos. Me dicen: ‘Tenés que pagar el alquiler’. No me gustó el tono pero les respondí correctamente: ‘Sí claro, cuando regrese del consultorio lo hago’. Entonces se paran frente a mí e insisten: ‘Patricia nos tenés que pagar’. Les contesté: ‘Hoy a la noche, preparame el recibo’. Ahí me aclaran: ‘Nosotros no damos recibo’. Yo había alquilado por un año y no me quedé callada: ‘Si no me das el recibo no te voy a pagar’. Me cayó mal cómo se dirigieron. Me contestaron: ‘Esta noche cuando venís no entrás’. Me reí y me fui”.
Destacó Patricia Dal que habló con su abogada para contarle lo sucedido y ella le sugirió que les enviara un WhatsApp diciendo que no se atrevieran a entrar a su domicilio porque era privado y además tenía todas sus pertenencias allí, incluido dinero. Antes de la medianoche regresó a su vivienda luego de encontrarse con una amiga y no pudo creer lo que veía.
Según su testimonio que también prestó a la justicia, la puerta estaba con cadenas colocadas, lo que le impidió entrar y menos que menos llevarse sus cosas. “Adentro tenía mi vida, mis libros, mi ropa, mis tarjetas de crédito, efectivo; pensé que estaba en una película, me puse a llorar porque no tenía ni para un taxi. Igual fui a la fiscalía. Hice una declaración hasta las siete de la mañana pensando que la policía me iba a llevar a la casa que estaba alquilando para que me abrieran la puerta y también se llevaría detenidas a esas personas. Pero no ocurrió, me dejaron en la calle. Después de un año la fiscalía N°1 los imputó y tuve que contratar al doctor Carlos Nayi de Córdoba. Todavía estoy esperando que vayan a declarar”, dijo la actriz.
Enseguida amplió y explicó que se sorprendió aún más cuando en lugar de que alguien de la justicia rescatara sus pertenencias, la pareja que le alquiló la vivienda fue la que entró al domicilio y colocó todo en bolsas negras de residuos: “Un verdadero horror”, señaló Dal.
Pese a todo Patricia prometió no bajar los brazos: “Me voy a quedar a concretar mi proyecto de vida, tuve que volver a alquilar, me ayudaron amigos, y sumé más ahorros que me quedaban. Me duele ver que esta gente sigue muy tranquila alquilando ese lugar cuando a mí me cuesta tanto hablar de esto”.
La histórica actriz y vedette se había instalado en Carlos Paz para desarrollar su nueva profesión: ser coaching ontológico; sin embargo, vivió una pesadillaLA NACION