La UCR y Hacemos expusieron sus diferencias internas, pero se reagrupan frente a las críticas del Gobierno
El gigantesco proyecto de ley ómnibus que el presidente, Javier Milei, envió al Congreso, recortado en su paso por las diferentes instancias parlamentarias, dividió las aguas en los bloques dialoguistas. Frente a este mamotreto, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación rompieron con su disciplina partidaria, otorgaron libertad de acción a sus integrantes y ahora se reagrupan para coordinar una estrategia común.
Las diferencias intrabloque quedaron expuestas ayer durante la votación en particular del proyecto de “Ley de Bases”. Las agendas propias, así como los reclamos territoriales específicos de cada legislador, se colaron en la compleja discusión de una iniciativa que desde el inicio presentó dificultades. Se le sumó la hiperfragmentación parlamentaria, que forzó a partidos en minoría a agruparse en bloques adhoc para no quedar relegados durante la discusión en comisiones, tal como sucedió con Hacemos Coalición Federal e Innovación.
En estos dos espacios –terminales de siete gobernadores– se impuso el pragmatismo y las diferencias dogmáticas nunca se ocultaron. Por eso, las dos terceras partes de sus integrantes rechazaron los artículos con delegaciones claves y solo algunos votaron siempre a favor. Fue el caso de Ricardo López Murphy y Miguel Ángel Pichetto, de Hacemos Coalición Federal. En Innovación, el rionegrino Agustín Domingo y el neuquino Osvaldo Llancafilo fueron los únicos legisladores que, en determinados puntos, acompañaron al oficialismo. Los otros siete, en tanto, se plegaron al rechazo.
Es que los puentes que estos espacios lograron tender entre sus heterogéneos integrantes responden a objetivos funcionales directamente relacionados con la praxis parlamentaria. No solo saben que son la llave del quorum de los libertarios, sino que entendieron que, de mantenerse divididos, se convertirían en presa fácil para los bloques más grandes.
Según pudo saber LA NACION, la sintonía que marcó el debate hacia dentro de estos espacios se mantiene y este mediodía volvieron a congregarse para “parar la pelota y ver dónde está el arco”. Es decir, se reagrupan y aguardan los próximos pasos del oficialismo para definir su posición política.
En el radicalismo, los contrapuntos entre el ala más crítica del Gobierno, referenciada con Facundo Manes, y el sector aperturista, vinculada a Rodrigo de Loredo y los gobernadores, es pública desde que se eligieron las autoridades del partido y de los bloques en el Congreso. Pese a esta puja, los correligionarios optaron por mantenerse abroquelados con el objetivo de mostrar músculo político y exhibirse como un partido de gobierno con cinco mandatarios provinciales y cientos de intendentes a lo largo y ancho del país.
Con instancias de diálogo institucionalizadas, la UCR apuró una reunión de bloque la misma noche en la que naufragó el proyecto de ley ómnibus. Allí, sus integrantes hicieron catarsis y, según trascendió, la mayoría expuso su hartazgo ante los maltratos del Gobierno. “De las divergencias en la votación en particular no se habló porque ya se sabía que había libertad de acción”, explicó una persona que presenció la cumbre. Acto seguido, emitieron un comunicado para repudiar los nuevos insultos de Milei. “La política que se balancea entre dos extremos como un péndulo constante nos deja a los argentinos sin diálogo y sin la posibilidad de encontrar soluciones”, se lamentaron.
“Los agravios nos unen”, sumó un diputado radical, perplejo ante la publicación, por parte de la cuenta de la Oficina del Presidente en X, de una lista con todos los legisladores considerados “traidores”. Si bien en esta bancada la sangría fue menor -12 de 34 votaron mayoritariamente en contra-, en uno de los incisos más polémicos, donde el Gobierno pretendía tener la facultad de reorganizar o disolver entidades del sector público, 21 radicales optaron por el rechazo y se diferenciaron de los 13 restantes.
La Oficina del Presidente agradece el compromiso legislativo del bloque Frente PRO, encabezado por Cristian Ritondo, del diputado Miguel Ángel Pichetto, y del sector de la UCR que acompañó el proyecto, así como a todos los diputados que este martes votaron a favor en particular…
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) February 7, 2024
A pesar de estas diferencias, De Loredo, jefe del bloque en Diputados, descartó una ruptura: “Nuestra diversidad es en base a conceptos e ideas muy legítimas. Nos atraviesa una mirada institucional que une a todo el radicalismo”, sentenció en diálogo con este medio.
Los bloques de la “oposición constructiva” trabajan internamente para cohesionar un mensaje y esperan la próxima jugada del oficialismo; descartan una rupturaLA NACION