La responsable del fondo vinculado a Grabois dijo ser una patriota y lanzó: “No hubo choreo”
En medio del conflicto por el uso de los fondos fiduciarios durante la gestión de Alberto Fernández, Fernanda Miño, quien estuvo al frente de la Secretaría de Integración Sociourbana y está vinculada al referente social Juan Grabois —apuntado por este tema—, aseguró que “no hubo choreo” al momento de utilizar ese dinero y que las obras se hicieron. “Es muy fácil y comprobable”, agregó la exfuncionaria. “Hay una animosidad de hacer ver este trabajo como sucio. Acá van a encontrar un puñado de patriotas”, marcó la mujer, encargada del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), un fideicomiso creado por ley para financiar proyectos a partir de la inscripción de villas en el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP).
“Teníamos auditoria casi cada tres meses. [Miguel] Pichetto las mandaba a hacer y es pública esa información”, se explayó la militante de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) en diálogo con radio Mitre. En ninguna parte de la entrevista, la mujer se refirió a su relación con Grabois.
Miño aseguró que “siempre fue transparente y pública la base de datos donde íbamos mostrando lo que hacíamos en todo el país” con las intervenciones urbanas en los barrios populares. La exfuncionaria dijo no saber a qué se refieren las acusaciones por el mal uso de los viáticos y comisiones que investiga el Gobierno. “Aclaro que los viáticos aéreos no están permitidos por ley sacarlo del fideicomiso. Los financiaban los ministerios cuando íbamos a ver que las obras se realizasen”, indicó al respecto.
Para la funcionaria que respondía a la gestión de Fernández, las acusaciones en contra de su labor son “más una puesta en escena para ocultar la situación económica que está sufriendo el pueblo argentino y trabajador”.
Miño se excusó de que para hablar de robo de dinero o manejos irregulares del fondo “hay que tener datos e ir a la base de datos”. “Cuando no hay ánimo de contar lo que sucede y solamente se quiere contar mentiras es mucho más fácil. Si quieren ver lo que hicimos los puedo acompañar, dijo la exfuncionaria.
Indicó, a su vez, que el 9% del impuesto PAIS que recibía el FISU como parte de la financiación “lo usábamos para integrar los barrios, para comprar lotes”. Sobre estas adquisiciones, aseguró que se hacían en pesos pese a que los terrenos estaban valuados en dólares.
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“Teníamos auditoria casi cada tres meses. [Miguel] Pichetto las mandaba a hacer y está pública esa información”, se explayó Fernanda Miño, la exsecretaria de Integración SociourbanaLA NACION