Frente a la comisaría. El reclamo de los vecinos de la familia atacada por diez “motopirañas” para robarle una camioneta
La gota que rebalsó, esta vez, el vaso fue la imagen de un chico de 10 años que terminó con las manos arriba y de rodillas, aterrado, mientras diez “motopirañas” le robaban la camioneta a su padre en la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, partido de La Matanza. Fueron los vecinos los que, hartos de la inseguridad, se reunieron esta tarde frente a la comisaría para volver a clamar por más medidas.
Más de un centenar de vecinos llegó hasta la sede policial, donde fueron atendidos por el jefe de calle de la comisaría de la zona que salió a la vereda para escuchar los reclamos.
“Ustedes tienen que plantarse al comisario general de la zona, al intendente y el gobernador. Nosotros podemos hacer esta protesta todos los sábados para apoyarlos”, le dijo uno de los vecinos al uniformado, al tiempo que se quejaba en contra de Fernando Espinoza, intendente de La Matanza.
Otro vecino le dijo: “Tengo que acompañar a la parada de colectivo a mi hija porque está a la buena de Dios, no puede ser. Entro ocho o diez motos y no paran a nadie. No entiendo. Cuando yo salgo con mi moto, tengo registro y si salgo sin casco me paran. Acá pasan ocho, diez y no los para nadie. La bajada de línea tiene que ser del gobierno”.
“Yo me llamo Yolanda, el 2 de noviembre entraron por la claraboya del baño de mi casa y estuvieron dos horas adentro de mi casa. Entraron cuatro personas y nos tuvieron de rehenes. Se llevaron todo. Fue a las 3.30 de la mañana mientras dormíamos”, dijo la mujer y recordó que era el único lugar de la casa sin rejas.
Según contó la vecina, estaban todos vestidos de negro, con los rostros cubiertos y con guantes. “No se puede seguir después de eso. Estoy psíquicamente muy mal, mi marido también. Bajé mucho de peso. Vivimos con mucho miedo. Los patrulleros ya no pasan de noche”.
“Yo vivo en la misma cuadra de Yolanda y a mí me robaron dos veces en tres meses. La primera vez me entraron 3.50 de la mañana cuando estábamos acostados con mi marido. Eran dos personas. Nos hicieron quedar quietos, no nos dejaron levantarnos. Nos pusieron un arma en la cabeza, nos pidieron las llaves, abrieron la puerta y entraron tres más”, recordó la mujer en diálogo con el canal Todo Noticias.
Asalto piraña en Aldo Bonzi
El caso que despertó, una vez más, el reclamo
Rodeado por diez asaltantes que le apuntaban a la cabeza y amenazaban con matar a su padre, el chico descendió de la Volkswagen Amarok blanca, cruzó la calzada, llegó a la vereda frente a su casa, se arrodilló y se quedó con las manos en alto, aterrado, mientras los delincuentes se llevaban la camioneta, sin dejar de amenazar de muerte al propietario.
El cruento episodio ocurrió el miércoles al anochecer en Aldo Bonzi, partido de La Matanza. El menor y su padre fueron víctimas de una banda de ladrones en motos que según informaron los vecinos de la zona a LA NACION, comenzó su raid delictivo en Tuyutí y Pirán, en la localidad matancera de Tapiales.
Allí, un vecino fue atacado por ocho delincuentes que circulaban en cuatro motos. Cuando llegó a la seccional para radicar la denuncia encontró a otro habitante de la zona que había sido asaltado por la misma banda, también en la modalidad piraña.
La misma banda que atacó al chico y a su padre en Aldo Bonzi cometió otros seis robos en dicha localidad y por lo menos dos asaltos en Tapiales en menos de dos horas.
El miércoles, a las 19.52, terminaron los más de treinta segundos de angustia en los que el menor víctima de los asaltantes se sintió en un limbo entre la vida y la muerte. Dos de los asaltantes que los sorprendieron a él y a su padre a metros de la esquina de José Alico y Ana María Janer abrieron la puerta delantera derecha del vehículo, le pusieron un arma en la cabeza al chico y lo empujaron a la calle.
Al revisar las imágenes de la cámara de seguridad instalada en una casa vecina quedó registrado cómo otros dos asaltantes, también armados, se dirigieron a la puerta delantera izquierda y bajaron a golpes al conductor de la camioneta.
Dos de los asaltantes abordaron la camioneta y huyeron por la calle José Alico. Cuando los delincuentes escaparon, el dueño del vehículo tomó entre sus brazos al niño, al tiempo que pedía ayuda a los otros automovilistas que circulaban por dicha esquina. Nadie se detuvo.
El dueño de la camioneta y su hijo habían llegado a las 19.50 del miércoles a José Alico y Janer. En los cincuenta segundos posteriores, pasaron cinco motos con diez sospechosos. En ese momento advirtieron la presencia de la camioneta, pero giraron por Janer y no atacaron.
A las 19.51 regresaron, rodearon al vehículo y, con una aceitada distribución de funciones, se apoderaron de la Amarok blanca, mientras una parte del grupo bloqueaba cualquier eventual maniobra evasiva que realizara el conductor o un intento de que pudiera recibir ayuda de algún automovilista.
Tanto el video como los mensajes de audio de los vecinos se difundieron rápidamente entre los grupos de WhatsApp creados por los habitantes del barrio para alertar sobre la presencia de sospechosos; fue en ese momento que se conocieron los otros casos.
A partir de los relatos de las víctimas se reconstruyó el raid delictivo de la banda de ladrones en motos que comenzó con los dos robos en Tapiales y siguió en Aldo Bonzi, con el asalto contra el dueño de la Amarok blanca y su hijo; el robo de un automóvil Honda de una docente; una moto que robaron en José Alico y Blandengues y otro asalto en la plaza de Aldo Bonzi, sobre la calle Alico. Hasta el momento, ninguno de los asaltantes fue detenido.
Más de un centenar de personas llegó hasta la sede policial, donde fueron escuchados por el jefe de calle de la comisaría de la zona que salió a la vereda para recibir los reclamos.LA NACION