Doble crimen: hace pocos días empezó a trabajar y la detuvieron ayer por matar a puñaladas a sus jefes
Desesperado subió a la terraza y llamó al número de emergencias 911. Con 14 años fue testigo del ataque a puñaladas de su madre, Wang Xiaoling, de 41 años, y su padre, Zheng Jie, de 43. El adolescente, con desesperación, pedía ayuda porque conocía a la asesina: una joven de 17 años que hacía pocos días había empezado a trabajar en el local de comidas de sus padres.
Xiaoling murió cuando era trasladada en una ambulancia. Jie falleció poco después en un hospital. La sospechosa fue detenida en el primer piso del inmueble. No fue la única aprehendida. Personal de la policía bonaerense también capturó a su supuesto cómplice, un adolescente de 14 años, su sobrino.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales y judiciales. El doble crimen ocurrió en las últimas horas en Maipú al 500, en Merlo, donde las víctimas tenían su local gastronómico en la planta baja y su casa en la planta alta.
“La sospechosa detenida hacía pocos días que había empezado a trabajar en el comercio de las víctimas y todo indica que irrumpió en la casa con intenciones de robo, acompañada por su sobrino de 14 años”, explicaron las fuentes consultadas.
Cuando personal de la comisaría 1a. de Merlo llegó a la escena del ataque se encontró con Xiaoling en la terraza, llegó muerta al hospital donde fue trasladada de urgencia por una ambulancia.
Su marido estaba con múltiples heridas en el pasillo de ingreso a la casa. Murió después de ser intervenido quirúrgicamente.
“Se determinó que la sospechosa había planeado robarles dinero a sus jefes, pero ante la resistencia de la pareja todo derivó en un ataque con dos cuchillos”, dijeron fuentes policiales.
En la casa de las víctimas se secuestraron dos cuchillos con manchas hemáticas que se sospecha fueron utilizados en el ataque.
Interviene en el caso una Fiscalía del Fuero Penal Juvenil del Departamento Judicial de Morón.
“Los dos sospechosos fueron atrapados en el primer piso de la casa de las víctimas”, agregaron las fuentes consultadas.
El menor de 14 es inimputable por su edad, por lo que la Justicia deberá determinar si se procede a dictar una medida de seguridad en su contra para mantener a ese chico en un zona especial de un instituto de menores o si se decide entregarlo a sus padres.
En tanto que la sospechosa de 17 años tendrá, en caso de ser encontrada culpable del doble homicidio, una pena no mayor a los 12 años, ya que en esos casos la condena solo puede alcanzar la mitad de los años de reclusión que la máxima pena por el delito de homicidio con agravantes que tendría un mayor.
Casos que se repiten
No fue casualidad que un menor no punible apareciera involucrado en un homicidio. Durante este año resultaron cada vez más habituales los hechos de sangre que tuvieron como acusados a niños adolescentes inimputables.
Por ejemplo, hace una semana, la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro confirmó la medida de seguridad para “Piraña”, el ladrón, de 12 años, acusado de integrar una organización que protagonizó violentos robos en la mencionada jurisdicción. La banda de la que formaba parte el menor delincuente torturaba a sus víctimas. Con la resolución dictada por dicho tribunal, “Piraña” no volverá a su casa con su familia y seguirá alojado en un centro de detención de menores.
Así lo resolvieron los jueces Luis Cayuela y Juan Eduardo Stepaniuc, de la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal N°2 de San Isidro.
Piraña, según informaron a la nacion fuentes judiciales, se habría encargado de hacer la inteligencia previa al robo. Simuló ser un repartidor de comida a domicilio para conocer los movimientos de la casa de la víctima.
“Su apodo se lo pusieron por la forma en que se colgaba de las víctimas, todas personas mayores, para golpearlas”, sostuvo un detective que conoce todos los secretos de la Banda del Millón.
Un hermano de Piraña, T. S. (cuya identidad no se publica porque es menor de edad) está detenido desde marzo pasado por su presunta participación en el homicidio de Jorge Enrique De Marco, un vecino de Las Lomas de San Isidro asesinado a golpes durante un robo.
La lista de menores asesinos, pero inimputables es larga. “Martincito”, tenía 15 años cuando asesinó a Lara Fernández para robarle el celular en Ingeniero Budge; mientras que el sicario que mató al playero Bruno Busanich, en Rosario, tenía 14 años; la misma edad que uno de los integrantes de la banda de adolescentes que mató a golpes a Ezequiel Altamira para robarle el celular, Parque Leloir.
Todavía sigue pendiente el debate en el Congreso sobre el proyecto de ley elaborado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, para bajar a 13 años la edad de punibilidad de los menores.
La sospechosa tiene 17 años; las víctimas eran dueños de un local gastronómico de MerloLA NACION