Con ruido político de fondo, invitados internacionales y una muestra paralela, se inaugura el Festival de Cine de Mar del Plata
Con ruido político de fondo, augurios de un intenso debate abierto sobre la actualidad del cine argentino y una selección artística en la que aparecen varios títulos ya instalados con fuerza en la próxima temporada alta de premios en Hollywood se pone en marcha este jueves el Festival de Cine de Mar del Plata. Este año, la única muestra cinematográfica clase A que tiene nuestro país en el calendario anual celebra sus primeros 70 años (el primero fue en 1954), pero por una larga sucesión de tropiezos, interrupciones y paréntesis la edición que está por iniciarse será la número 39 de esa historia.
Desde la perspectiva de los organizadores, Mar del Plata 2024 (que tendrá su ceremonia de clausura el 1° de diciembre) tiene todas las señales de un comienzo de ciclo. Con una nueva dirección artística, encabezada por el realizador Jorge Stamadianos y el crítico Gabriel Lerman, el festival es una de las señales más fuertes que quiere dar el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) en relación con la política oficial que se propone llevar adelante para el sector el gobierno de Javier Milei.
Este año, desde la gestión que encabeza Carlos Pirovano, el Incaa jugó fuerte en el armado del festival, tarea que comparte con la Municipalidad de General Pueyrredón. Un indicador de esta apuesta es el cambio en la cúpula artística después del alejamiento de la conducción encabezada por Fernando E. Juan Lima y Pablo Conde, elogiada por propios y extraños por su rigor, conocimiento y valoración de todas las expresiones y corrientes actuales del cine.
En paralelo, la atención va a estar puesta este año en una suerte de muestra paralela organizada por un movimiento de cineastas, productores, críticos y representantes de distintos oficios cinematográficos opuestos a la política cultural del oficialismo. Incluye una muestra de producciones nacionales recientes y clásicas, charlas, espacios de debate y otras actividades previstas como una “acción en defensa del cine argentino”.
Ese encuentro, que lleva el nombre de Contracampo, se extenderá desde el viernes 22 hasta el martes 26. Se espera lleno completo para las funciones anunciadas durante todo el día (la primera a las 11 y la última a las 23) en cada una de esas jornadas en el Teatro Enrique Carreras, con la presencia de algunos destacados directores argentinos que presentarán sus obras: Rodrigo Moreno, Hernán Rosselli, Martín Rejtman y Celina Murga, entre otros.
En la programación de Contracampo (título tomado de una legendaria revista de cine de los años 60 y de una sección muy recordada que tuvo el festival marplatense en la década del 90) aparecen títulos destacados de la producción cinematográfica nacional reciente, como Simón de la montaña, de Federico Luis; Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, de Hernán Rosselli (en estreno para la Argentina); El repartidor está en camino, de Martín Rejtman; Sombra grande, de Maximiliano Schonfeld; Dormir con los ojos abiertos, de Nele Wohlatz; Popular tradición de esta tierra, de Mariano Llinás, y El aroma del pasto recién cortado, de Celina Murga. Junto con esta muestra actual también se programaron algunos clásicos, como Breve cielo, de David José Kohon, y Valentina, de Manuel Romero.
Debates y charlas
Junto con estas proyecciones se anuncian, a razón de una por día, charlas y actividades especiales con debates sobre la actualidad del cine argentino en una librería céntrica de la ciudad. Más allá de lo que haga Contracampo, una organización que se define a sí misma como horizontal e inorgánica (sin figuras conocidas o referencias institucionales, al menos en los papeles), también se esperan durante el festival acciones espontáneas y sin anuncio previo a cargo de estudiantes y otros colectivos que prometen movilizarse para expresar sus críticas a la política cultural del Gobierno.
Todas estas iniciativas siguen una línea que se inauguró a principios de octubre cuando se anunció un masivo quite de colaboración al festival por parte de varias entidades representativas de la industria audiovisual. Algunas de ellas, que agrupan a distintas actividades (realizadores, editores, directores de fotografía y de arte, sonidistas) anunciaron que este año no concederán los premios paralelos que venían entregando en los últimos años. Decidieron también no sumar a sus integrantes a los distintos jurados oficiales.
Mientras tanto, el Festival propiamente dicho comenzará a las 19 de este jueves 21 con el desfile de autoridades e invitados por la alfombra roja dispuesta en el Teatro Auditorium, sede de las principales actividades. La película de apertura será Emilia Pérez, de Jacques Audiard, con Karla Sofia Gascón, Selena Gomez y Zoe Saldaña, elegida por Francia como representante oficial para la competencia por el Oscar internacional y fuerte competidora en la carrera por los principales premios de Hollywood, incluyendo el Oscar como mejor película.
El más destacado invitado internacional será el director canadiense Jason Reitman, de destacada carrera en el cine de Hollywood, que presentará su más reciente film, Saturday Night, también mencionado con fuerza en la temporada de premios y participante de la competencia oficial internacional por el Astor, el premio que otorga mar del Plata.
Este año, el festival contara con cinco secciones oficiales: una competencia internacional, dos latinoamericanas y dos argentinas (ambas divididas entre largometrajes y cortos), además de Estados Alterados (cine experimental) y Work in Progress, dedicada al estímulo de proyectos de preproducción. También se incluyó la sección Panorama, con largometrajes destacados del cine local e internacional reciente) y espacios dedicados al cine infantil, al terror y a los nuevos autores.
Habrá proyecciones especiales de tres clásicos del cine argentinos al cumplirse 50 años de sus respectivos estrenos: La tregua, de Sergio Renán (por la cual Ana María Picchio ya recibió el Astor a la trayectoria durante el acto de presentación del Festival); La Patagonia rebelde, de Héctor Olivera, y Boquitas pintadas, de Leopoldo Torre Nilsson, quien también será objeto de un reconocimiento especial en el centenario de su nacimiento.
Desde la perspectiva internacional, habrá un ciclo dedicado a la obra de la directora japonesa Miwa Nishikawa (que estará presente en la muestra) y una retrospectiva del realizador armenio Sergei Parajanov. Para la jornada de cierre se confirmó la proyección de Puntos suspensivos, del español David Marqués, con el hispano José Coronado y el argentino Diego Peretti como protagonistas.
El actor de Los simuladores será uno de los invitados especiales del ámbito local, junto a Luis Brandoni, Luciano Cáceres, Benjamín Vicuña, Fernanda Mistral y los directores Olivera, Demián Rugna y Pablo Torre. La lista de invitados internacionales, además de Reitman, incluye a las españolas Paz Vega, Adriana Ugarte y Emma Suarez, y a la directora mexicana Fernanda Valadez.
En la jornada de clausura se entregará un premio a la trayectoria a Pablo Helman, realizador argentino que llevó adelante una extensa actividad en Hollywood consagrándose en el mundo de los efectos visuales, actividad que lo tiene como una de las figuras más destacadas de la industria. Litto Nebbia será el encargado de entregar el reconocimiento.
La programación del festival también incluye las nuevas películas de Edward Berger, Marielle Heller, Michel Hazanavicius, Jesse Eisenberg, Mehdi Barsaoui y Matías Lucchesi, entre muchos otros. Las entradas tendrán un valor de 3000 pesos para las funciones del Auditorium y 4000 para las que se harán en los cines del complejo Paseo Aldrey. Las funciones y actividades en el Teatro Colón tendrán acceso gratuito.
Junto con los títulos de las competencias oficiales y la presencia de invitados especiales se anuncia la realización de una muestra paralela titulada Contracampo, como expresión crítica hacia la política cultural del GobiernoLA NACION