Central Córdoba, campeón de la Copa Argentina: el hito del fútbol norteño, con “el mago” De Felippe y el apoyo del poder político
Central Córdoba logró un hito en Santa Fe. Con la obtención de la Copa Argentina al vencer a Vélez por 1 a 0 se convirtió en el primer club del norte argentino en ganar un torneo oficial del fútbol de nuestro país. La consagración del equipo de Omar De Felippe es el mejor final para una campaña soñada, que tiene un premio más además del económico: el Ferroviario se clasificó a la etapa de grupos de la Copa Libertadores 2025.
Un punto de 24 posibles. Esa era la cosecha de Central Córdoba de Santiago del Estero cuando finalizó la fecha 8 de la Liga profesional, apenas unos días antes de que De Felippe fuera anunciado como el nuevo entrenador del Ferroviario, en reemplazo del colombiano Lucas González Vélez, que apenas duró tres meses en su cargo. Entonces, las urgencias deportivas eran alarmantes, con un riesgo concreto: perder la categoría. En consecuencia, la dirigencia apostó a un entrenador que cumplía dos necesidades básicas: tenía pasado en el club y suele destacarse por hacer reaccionar rápido a equipos que luchan en la zona baja de la tabla.
Como si el nuevo DT tuviera poderes mágicos, la fórmula dio resultado. El inicio no fue bueno, con una derrota 1 a 0 de visitante frente a Deportivo Riestra. Pero después de intercalar tres victorias con dos empates, arrancó la racha y se encarriló en una senda ganadora.
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Y entonces, en silencio, Central Córdoba comenzó a ganar. Y a ganar. Y a ganar. Al punto que con su victoria sobre Huracán en la semifinal de la Copa Argentina (2 a 1 en San Nicolás). el Ferroviario enhebró siete triunfos seguidos y 12 encuentros sin conocer la derrota. Finalmente, llegó a esta definición de la mejor manera: ganándole 3 a 1 a Racing, campeón de la Copa Sudamericana, y sacando al equipo de Avellaneda de la lucha por el título.
Así, en una noche de miércoles de diciembre, sucedió lo impensado. Lo que ni el más fanático hincha en Santiago del Estero podía imaginar hace dos meses: Central Córdoba venció a Vélez y es el campeón de la Copa Argentina. El camino del conjunto santiagüeño tuvo la cuota exacta de mérito y ese guiño de suerte que siempre hace falta. Porque después del 3 a 1 sobre Quilmes en el debut llegó un gran triunfo por 2 a 1 sobre Estudiantes de La Plata, entonces campeón vigente del torneo, en dieciseisavos de final. Y luego un apretado 3 a 2 por penales sobre Newell’s. Pero en los cuartos de final asomaba en la previa River, que cayó sorpresivamente con Temperley en 16avos. y así el Ferroviario sorteó el compromiso ante aquel equipo que dirigía Martín Demichelis y, a la hora de la verdad, superó al Gasolero en cuartos.
La semifinal contra Huracán confirmó esa seguidilla de victorias seguidas con un 2 a 1 claro, que puso al equipo blanco y negro en la gran definición frente a Vélez, el mejor equipo del año y el único que disputó todos los partidos posibles en los torneos locales de este año (fue subcampéon de la Copa de la Liga).
Esa racha de siete triunfos le permitió al equipo alejarse de la lucha por la permanencia (mucho antes de que la AFA decidiera, en plena competencia, anular los descensos) y trazar nuevos objetivos a corto plazo. Y en silencio, como suele ser la marca registrada de su DT (“No tengo mucho marketing, pero nos conocemos todos”).
Lo de De Felippe ya no sorprende. Hizo resurgir de las cenizas a Olimpo, logró el ascenso a Primera y en 2011 consiguió un histórico cuarto puesto. Más tarde, en Quilmes, reemplazó a Caruso Lombardo, enhebró 7 victorias y fue subcampeón de River en el campeonato de Primera B Nacional 2012/2013. Al año siguiente, en Primera, terminó quinto.
Luego, fue el mismo entrenador el que le dio la inyección anímica justa a Independiente para conseguir el ascenso a Primera en 2014 luego de su histórico descenso. Hizo historia en Ecuador, consagrando a Emelec como tricampeón, algo inédito para ese club.
Y ahora esta gesta: campeón de la Copa Argentina con un equipo modesto que aprendió a potenciar sus fortalezas y disimular sus debilidades, y que después de derrotar a Vélez en la gran final se ilusiona con sumar otro título cuando defina la Supercopa Argentina con el campeón de la Liga.
“El equipo político”
El flamante campeón de la Copa Argentina tiene como sponsors principales a dos “marcas” que exponen el claro apoyo que recibe del gobierno provincial, encabezado por Gerardo Zamora. El primero es “Santiago”, que promociona el turismo en la provincia. El otro es el Banco Santiago del Estero. No es casual que los santiagueños, e incluso socios e hinchas del Ferroviario, lo hayan rebautizado como “el equipo político”, debido al financiamiento estatal que recibe.
El vínculo entre el club y la administración provincial no se limita a la camiseta. El presidente de Central Córdoba, el ingeniero José Félix Alfano, ocupó desde 2009 el cargo de titular del Consejo Provincial de Vialidad, designado por el propio Zamora.
Alfano fue clave en obras de infraestructura deportiva emblemáticas para la provincia, como el Autódromo de Termas de Río Hondo, lo que refuerza las conexiones entre la institución y el gobierno local.
Su origen es mucho más modesto y popular. Central Córdoba de Santiago del Estero fue fundado el 3 de junio de 1914 y surgió como un club representativo de los trabajadores del Ferrocarril Central Córdoba, que conectaba el norte argentino con la ciudad de Córdoba. Desde su origen, el club se consolidó como un símbolo de identidad regional, ganando un lugar preponderante en la historia del deporte santiagueño.
Su popularidad comenzó a crecer a mediados del siglo XX gracias a una impresionante racha de campeonatos regionales consecutivos ganados (15 entre entre 1957 y 1965, repartidos en ocho torneos anuales y siete torneos de honor), que lo posicionaron como el equipo más convocante de la provincia. Esa hegemonía quedó reflejada también en las tablas de recaudaciones locales, donde su dominio fue abrumador.
En 1967, con la creación del Campeonato Nacional por parte de la AFA, Central Córdoba dio un paso trascendental en su historia. El 8 de septiembre de 1967, el Ferroviario debutó en la máxima categoría del fútbol argentino enfrentando a River, subcampeón de la Copa Libertadores 1966.
Más de 15.000 espectadores colmaron su estadio en un evento histórico: fue la primera vez que uno de los grandes del fútbol nacional disputó un partido oficial en Santiago del Estero. Aunque el encuentro terminó con una derrota por 1-0, con un gol de Jorge Solari, marcó un antes y un después en el deporte santiagueño.
Un mes más tarde sorprendió a Boca y lo venció 2 a 1 en la Bombonera, en el primer cruce oficial de ambos. Y a finales de ese año inauguró la iluminación artificial de su estadio con un partido muy especial: le empató al Racing campeón del mundo 0 a 0.
El Ferroviario se consagró al ganarle a Vélez la final en la cancha de Unión de Santa FeLA NACION