Bono a jubilados de la Anses: quiénes cobrarán un refuerzo en marzo y cuánto se pierde frente a la inflación
Los jubilados y pensionados que cobren el haber mínimo en el sistema contributivo general de la Anses y los beneficiarios de prestaciones no contributivas con un ingreso de hasta el haber mínimo cobrarán en marzo un refuerzo de $70.000 como “ayuda económica previsional”, en reemplazo del bono de $55.000 que por igual concepto percibieron mensualmente entre diciembre y el actual febrero.
Como la prestación previsional básica será el mes próximo de $134.445,30, tras aplicarse el reajuste por movilidad de 27,18%, el ingreso total será, en bruto, de $204.445,30 y, en términos netos (en mano), de $200.412 (el bono no tiene descuento alguno, mientras que sobre el haber propiamente dicho, en el caso del mínimo, se detrae el 3% para financiar al PAMI).
Así surge de lo dispuesto por el Gobierno a través del decreto 177, publicado hoy en el Boletín Oficial. También se oficializó, con el decreto 176, la aceptación por parte del Poder Ejecutivo de la renuncia (pedida por el presidente Javier Milei) del hasta ahora director ejecutivo de la Anses, Osvaldo Giordano. Y se designó al frente del organismo de la seguridad social al abogado Mariano de los Heros.
De acuerdo con la normativa mencionada en el primer párrafo, los jubilados que tengan un haber mensual superior al mínimo, pero solo de hasta $204.445,30 (cifra que equivale a la prestación mínima más el bono dispuesto) recibirán, también en marzo, un adicional de un monto tal que se complete esa cifra. Por ejemplo, con un ingreso de $180.500, habrá un ayuda de $23.945,30, y con un haber bruto de $200.000, el extra será de $4445,3.
Así, el bono tendrá exactamente las mismas condiciones que las establecidas en los últimos meses. Los pagos dispuestos para quienes tienen un haber que supere al mínimo en no más del monto determinado para el refuerzo (en el caso de marzo, $70.000), tienen el objetivo de que con un ingreso mayor en términos brutos no se termine percibiendo, en mano, un importe menor que el de quienes tienen el ingreso básico del sistema.
Quienes reciben un ingreso mensual mayor al monto resultante del haber mínimo más el bono ($204.445,30 el mes próximo) seguirán al margen de la política de refuerzos, tal como viene ocurriendo desde septiembre último. A partir de aquel mes, el gobierno de Alberto Fernández, con Sergio Massa en el Ministerio de Economía, dispuso restringir más el pago de bonos, que en los 12 meses previos habían alcanzado a quienes cobraban hasta el equivalente al haber mínimo multiplicado por dos. Desde entonces, solo reciben refuerzos quienes cobran la mínima, en tanto que se fijan las compensaciones explicadas para quienes cobran algo más.
Para determinar quiénes cobran los bonos y quiénes no, se tiene en cuenta la suma de los ingresos previsional percibidos, en caso de haber más de uno. Por lo tanto, si se cobra jubilación mínima y también pensión mínima, no corresponde la ayuda. Esa condición es así desde el inicio de la política del pago de bonos, que implican un reconocimiento de la ineficacia de la fórmula de movilidad para mantener el poder adquisitivo, en un contexto de inflación creciente.
El reajuste por movilidad
La suba de las jubilaciones y pensiones según el índice de movilidad, en cambio, sí alcanza a todas las prestaciones sin importar cuál sea su monto, porque así lo dispone la ley. Según el resultado de la fórmula de actualizaciones que oficializó el Gobierno, los importes subirán un 27,18%. Así, la jubilación mínima pasará de $105.713 a $134.445,3 y la prestación máxima, de $711.346 a $904.689,54. Esas cifras son en bruto, en tanto que una vez descontado el aporte al PAMI resultan de $130.412 y de $854.441,53, respectivamente.
Para el bono, que surge de una política discrecional (su otorgamiento no está dispuesto por ley) se dispuso esta vez un incremento de un porcentaje muy similar (27,27%) al del índice de movilidad. De esa manera, los ingresos de toda la pirámide tendrán, en el trimestre, la misma pérdida de poder adquisitivo, aunque los haberes superiores a la mínima (no necesariamente medios ni altos, ya que se trata de los que serán, desde marzo, mayores a menos de $205.000), acumulan en el tiempo una caída de su valor real mucho mayor.
Poder de compra en caída
El aumento de 27,18% se ubica muy por debajo de la inflación estimada para el actual trimestre que, según la estimación promedio de los economistas que participan del Relevamiento de Expectativas Mensuales publicado por el Banco Central, sería cercana al 60%. Si se confirmara ese índice, la caída de las jubilaciones y pensiones en términos reales rondaría, solo en el trimestre, el 20%.
Así, se profundizará la pérdida del poder adquisitivo que viene ocurriendo en los últimos años. Solo en el período de 12 meses finalizado en enero último, los haberes tuvieron caídas, en cuanto a su capacidad de compra, del 24,5% en el caso del mínimo, del 40,5% en el caso de quienes nunca recibieron bonos, y de 44,3% para quienes percibían un refuerzo hasta agosto pasado y luego ya no.
La garantía del 82%
Más allá del reajuste dispuesto por la ley de movilidad y del bono para quienes cobran la mínima, el Gobierno deberá incrementar el adicional pagado a un grupo de jubilados, por la garantía vigente por ley desde 2018, que indica que ningún haber cobrado por quienes se jubilaron sin recurrir a una moratoria puede ser inferior al 82% del salario mínimo, vital y móvil (SMVM).
Según se estableció esta semana, ese valor de referencia sube de $156.000 a $180.000 ya con vigencia para el mes actual. Así, ese suplemento, que fue de hasta $22.207 en diciembre y enero, pasa a ser de hasta $41.887. Y alcanzará a quienes no hayan accedido a su prestación mediante una moratoria y tengan, además, un haber mensual no mayor a $147.600, que es la cifra equivalente al 82% de $180.000.
Por la condición de haber obtenido la prestación habiendo acumulado durante en la vida laboral la cantidad mínima de aportes exigida por ley, entre quienes cobran el haber mínimo, hasta este mes de $105.713, son minoría quienes acceden a ese suplemento. En ese grupo, más de nueve de cada 10 prestaciones hoy en curso de pago se obtuvieron recurriendo a una moratoria, por no tener aportes, o por tenerlos en una cantidad insuficiente en relación con el requisito legal.
Según el sistema vigente, con el SMVM de $180.000, el ingreso garantizado para quienes aportaron 30 años o más queda para el actual mes de febrero, en $147.600. Entonces, quienes tienen el haber mínimo, de $105.713 deberán recibir una suma de $41.887, además del refuerzo de $55.000. Como ya estaba previsto el pago de $22.207 (cifra equivalente al 82% del salario mínimo de $156.000, vigente hasta ahora), la diferencia a cobrar será de $19.680.
Para marzo, el 82% del SMVM -que equivaldrá, según lo establecido por la Secretaría de Trabajo, a $202.800- será una cifra equivalente a $166.296. Entonces, ninguna persona que obtuvo su prestación sin moratoria debería tener un haber inferior a esa cifra. Como el haber mínimo será de $134.445,30, el suplemento por la garantía tendrá un monto de hasta $31.850,70. Con un ingreso de, por ejemplo, $150.000, se cobrará un plus por este concepto de $16.296.
La “ayuda económica” de $70.000 será para el haber mínimo, de $134.445,3, y solo habrá compensaciones menores para quienes perciban algo más, en tanto que muchos seguirán al margen de esos pagos; cómo quedan los ingresos con el reajuste por movilidad y los adicionalesLA NACION